fbpx

Hugo abre sus puertas en barrio Güemes

La propuesta es simple. Un mesón donde compartir con los nuestros y los de afuera. Un espacio donde todo está sucediendo al mismo tiempo: bajan platitos, sirven ricos vinos, relatan alguna historia. Te encuentra con conocidos y con extraños sin protocolo ni interrupciones. La gastronomía y el vino convocan a un banquete donde nada parece superponerse y, al contrario, permite sumergirse o abstraerse y da lo mismo y nadie te exige el estar siempre atento.

La cocina fue ideada por Ceci López, conocida por el querido Grabeat. Logró, una vez más, dejar volar sus ideas para adaptarlas al concepto y supo, con humildad, encontrarse mano a mano con este. Hicieron muchas pruebas, escucharon y aprendieron de cada comensal, dieron pasos firmes y aceitaron cada eslabón buscando siempre la excelencia.

Trucha curada y encurtidos; brie, miel y uvas; berenjena con hummus de kabutia; chauchas, pepinos y crema de miso son algunas de las combinaciones posibles para un paladar abierto a la sorpresa. Vinos seleccionados que no acompañan sino maridan este juego de sabores tan clásicos como sorpresivos.

Seba Gullo como cabeza de ideas sirve vinos como, imagino, serviría en el living de su casa. El rol de anfitrión es el que más le calza pero seguro hay varios motes más. Él prefiere que no lo etiqueten como empresario gastronómico o quizá, simplemente prefiere que no le sumen la carga de una etiqueta. Prefiere estar cómodo ante algo que para muchos sería aterrador: contratar personal, montar una estructura, pensar un menú, invertir en un negocio, asumir un riesgo. Quizá es ese riesgo el que lo enciende o quizá ni él se anime a explicar el motor de cada búsqueda. Sus bares y restaurantes convocan y lo acompañan con entusiasmo en esta vorágine de emprender en el complejo mundo de la gastronomía. Su familia y amigos lo sigue bien de cerca.

Hugo tiene cuatro siglas y seguro no necesita muchas más. Platos ricos y bien logrados, emprendedores entusiastas, vinos nuevos y un ambiente que invita a quedarse un largo rato de velada hasta llegar a saborear la sobremesa, el postre y algún cóctel de autor. Güemes como el barrio donde las propuestas gastronómicas abundan pero en el que hay que estar atentos, para encontrarse con estas gratas -y nuevas- sorpresas.

Compartí este artículo  

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *