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La Cumbre: Una Parada Gastronómica

La Cumbre como destino gastronómico

En el Valle de Punilla, La Cumbre es una opción ideal para visitar un fin de semana o ir a pasar el día. Para aquellos que disfrutan de sentarse a comer y probar las especialidades locales hay varios lugares para agendar. Desde comidas más simples con vista al lago hasta restaurantes boutique con propuestas gourmet.

A tener en cuenta: Si bien en temporada alta los horarios se amplían se recomienda organizar y pedir reservas 😉

Dique si
Dique San Jerónimo, La Cumbre.
Abierto sábados y domingos de 12.30 a 19.30.

Un proyecto que no sólo se destaca por su calidad gastronómica, sino también por poner en valor un paseo que empezaba y terminaba en el dique. Ocho kilómetros de un camino que desemboca en Di que sí, el plan para comer simple y rico en un deck que se ubica sobre un espejo de agua. La vista a la montaña, a la vegetación que la rodea, a las nubes o a un bello atardecer.

La propuesta gastronómica es simple pero bien elaborada. Arrancamos por las empanadas de osobuco, una carne desmechada con toques picantes. Se acompañan con salsa yaswa (base de tomate y ají), clásica del norte argentino. Pasamos por el pejerrey frito (mini filets bien crocantes, acompañados de mayonesa ahumada y la salsa criolla). Para terminar el picoteo: provoleta y tomate (lo sirven en la sartén de hierro fundido con tomates confitado y una salsita de romero fresco). Para tomar, además de infusiones, licuados y jugos para la tarde, a la hora del almuerzo se puede pedir la opción “agua de vertiente”, cervezas y vinos (incluso en copa).

La fonda de Cruz Chica
Cruz Chica
Abierto (temporada alta) todos los días (excepto los martes). Mediodía, merienda y cena.

Virginia y Martín dejaron la ciudad de Córdoba para instalarse en esta casona, una de las que el arquitecto francés León Dourge edificó en Cruz Chica. Hoy allí funciona una posada boutique, el restaurante y la casa de té. Los platos se sirven en una sala de ventanales gigantes, frisos pintados y techos altísimos con vista a las sierras. Al mejor estilo fonda, la comida es casera, rica y abundante.

Arrancamos por el camembert tibio con almendras y dulce casero de naranjas (para dos) y nos metimos directo en la sección pastas: lasagna de osobuco, berenjenas asadas, puerro y ricota y tallarines negras con crema de langostino. Para coronar, los clásicos panqueques con dulce de leche.

La Baguala

Abierto de jueves a domingo en temporada alta, en baja solo los fines de semana.

Mediodía 12.30hs y 14.30hs (dos turnos)
Noche a partir se las 21 hs.

Camino a la Estancia del Rosario, a tres kilómetros del centro de La Cumbre, llegamos a La Baguala, una casona del siglo pasado, que alberga una posada y un restaurante. Nació en el 2020 en las mentes de Nacho Demateis y Mayu Pilsel, asiduos visitantes de la casa a partir de una relación de amistad con sus propietarios. Luego se incorporaron dos socios más, Franco Giandana y Juan Camps.

El restaurante presenta dos propuestas gastronómica, una al medio día más abierta y flexible y otra, por la noche, más bien elegante en donde sacan a relucir un tapeo con una cocina de precisión.

«La idea siempre fue poder trabajar preferentemente con materias primas de cercanía, de producción local y de recolección, así como conocer la trazabilidad del alimento y poder decidir que servir en los platos. Evitar la industria masiva, las largas distancias y las proesas logísticas a gran escala. Creo el concepto es cocina des-industrial».

Como intentan trabajar con productos que no superen los 100km de distancia tiene proveedores locales como Granja Alahurin (De Agustin Spina, dueño también de Pasio), Alquería Santa Olalla de córdoba, pescadores [camaron] de Capilla, cotos de caza de la región.

El menú que propone el restaurante, a cargo de Juan Camps, es estacional, priorizando los productos locales. Tiene tres secciones: snacks, medianos y principales.

Snacks:
Pincho de paloma: Cuatro pinchos con base de papa y tope de pechuga, sobre una piedra alisada decorada con abundante orégano fresco (que se cuela en los bocados). El detalle: la ramita del bosque como pincho.
Empanadas de camarón de río con queso
Queso camembert a la plancha con frutas

Medianos:
Ceviche de durazno junto al cous cous andino de quinoa

Principales:
Matambre de cerdo con miel y romero, acompañado de puré de batatas

Postres:
Choco pino: una torta húmeda de chocolate con helado de hongos de pino de la zona
Postre de ciruela (frutas, crumble y dulce de durazno)

La Urraca cocina
(Sarmiento 17, centro de La Cumbre)
Miércoles, jueves y viernes: horario cena, desde las 19 y 30
Sábado: mediodía y noche
Domingo: sólo mediodía
Lunes y martes cerrado

Carlos “Donca” Santillán, tiene 20 años de experiencia en el rubro gastronómico. Mery viene del mundo del turismo y está más dedicada a las relaciones públicas. Juntos crearon La Urraca, un pequeño restaurante en el centro de La Cumbre.

Cuenta con un living de recepción, restaurante de 22 plazas y un patio al aire libre con galería semi cubierta. Una decoración sencilla (con por ejemplo, muebles restaurados) invita a sentarse a degustar alguno de sus platos. La propuesta gastronómica sigue esta misma línea: cocina casera pero elaborada.

El favorito de La Urraca es, sin dudas, la bondiola marinada en cerveza negra: Se cuece en el horno de barro durante ocho horas, la carne se deshace en el plato. Te lo sirven acompañado con puré de batatas, miel y chutney.

Passio Cocina Regenerativa

En el camino al mástil de Los Cocos, la granja Alhaurin, que produce quesos de oveja, agregó un pequeño espacio en el que no sólo se come bien sino que se aprende sobre la naturaleza. Carlos Falcó, o Caito para los amigos, conoció a Agustín Alhaurin, que le vendía leche fresca de oveja y decidieron armar un espacio que ofrezca todas las cualidades de lo que ambos pretendían. Caito es correntino, estudió agronomía, y trabaja con productos y técnicas de la cocina guaraní. La fusión entre esta gastronomía y los productos de oveja logran una mezcla de sabores exóticos y una propuesta de valor única en la zona. Passio Cocina regenerativa apunta entonces a una experiencia: visitar la granja, recorrer el tambo , cenar o hacer una degustación de quesos. Trabajan con probióticos y fermentos que ayudan al sistema inmunológico.

Algunos platos de su cocina:

Anguyá (chipa frito en grasa): relleno con batata, un toque de miel de caña o de monte, con un fermento de flores de cebollas.

Mbeyú con chutney de frutos de estación, queso de azul de oveja, merken, hinojo y aceite de oliva de la zona.

Hooky Smash Burgers

Para quienes quieran salir a disfrutar de algún paisaje y llevarse algo al paso una opción puede ser Hooky, una hamburguesería ubicada a pocas cuadras del centro. Tiene seis opciones bien variadas de hamburguesas, todas con su opción veggie.

El mercado de Pilar Benzi

Ubicado al lado del Museo de Motos y Bicicletas (en Cruz Grande) un emprendimiento familiar que reune, por un lado una cafetería y por otro un mercado repleto de frascos y latitas de productos locales, ideal para curiosos.

Allí se pueden encontrar desde miel, pasta de maní, mezcla de yuyos para el mate, yerba orgánica, té y varias conservas. Además, apenas ingresa Pilar te ofrece probar sus galletas caseras, Brislé, una receta suizo alemanade su abuela a base de cítricos y manteca.

 

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